lunes, 28 de junio de 2010

M. Hirsch (Ferrocarril Provincial)





Vista desde la calle...



Uno de los laterales ...





Restos de platafroma para lámpara de kerosene y restos de bebedero...











Vista de galería y laterales...



Vista hacia Arias...




Vista hacia Las Juanitas...




Restos del Andén...





Galpón de cargas...






Distintas tomas de la vivienda del jefe...






Vista del edificio y andén principal...




Dentro sólo hallamos esta cama...


Casa del cambista y su herrumbrado interior...
Los clásicos pisos de madera fueron robados y un animal ha venido a morir aquí...

Corredor La Plata-Mirapampa. A tan sólo unos pocos kilómetros de Carlos Casares, se encuentra el pueblo de Mauricio Hirsch, cuya estación de ferrocarril, en este caso construida por el Ferrocarril Provincial, lleva su nombre. Bien es sabido por todos los ferroaficionados que en los años 60's, aquel cocodrilo voraz, llamado Plan Larkin, diseñado por este mismo, Frondizi y su "Gobierno desarrollista" ha dejado a este corredor sin trenes y con sus rieles completamente levantados o devorados por la tierra y el padre tiempo. Tal vez, durante el gobierno del Doctor Illia, volvió a correr algún que otro tren, pero estos fueron totalmente clausurados como su gobierno. Mauricio Hirsch, como todo el corredor a Mirapama, no se ha salvado del maldito Larkin y el paso de los años ha hecho estragos. Actualmente, existe una persona que se ha convertido en su propietario. Este, según nos han dicho los lugareños, se la compró al dueño del campo donde se hallaba, ya que con la clausura total del servicio, el dueño del campo, que ha cedido tierras para su construcción, la recuperó. Su dueño actual, según nos informaron, contrajo una grave enfermedad y ha dejado a la construcción a la deriva y nunca más se hizo cargo de ella. Pudimos observar dentro de las instalaciones, restos de lo que iba a ser una gran pileta de natación. Se ve que el mentado propietario, tuvo intenciones de utilizarla como una finca de fin de semana o algo por el estilo. La casa del jefe sí está habitada por una familia, en apariencia vinculada al ferrocarril. No así la casa del cambista, la cual está completamente bajo la herrumbre del tiempo...

domingo, 6 de junio de 2010

Sevigné (Ferrocarril del Sud)


Vista del edificio....


Diferentes planos de la galería...


Pizarra con horarios de los trenes...






Vista hacia Dolores, lateral del edificio y baños...


Palanca de cambios FCS...



Galpón de carga...



Restos del hidrante y material radiado...



Restos del galpón de máquinas y vista hacia Castelli...




Tanques de agua...



Restos de rieles y de fosas de revisión...


Aquí estuvo la plataforma giratoria...



Restos de rieles y más material radiado...







Ruinas del galpón de máquinas...



Mesa de comandos...


Vista de la colonia ferroviaria...


El nomenclador del Sud...


Corredor Constitución - Mar del Plata. Durante muchos años, este pueblo, de la mano del ferrocarril, llegó a tener un lugar de importancia en el plano ferroviario. Sevigné contaba con un galpón de locomotoras, el cual funcionaba al 100% y se lo consideraba como un pequeño taller. Debido a su gran personal, se ha creado la colonia ferroviaria que puede apreciarse del otro lado de las vías. Todas las casas están numeradas, pero entre los lugareños, se las conocen por los apellidos de las familias. Llegado el año 1946, la gente del Ferrocarril Del Sud decide dejar a la buena de dios al galpón, y trasladarse hacia otros lados, debido a la "fiebre estatista del justicialismo". Ése fue uno de los primeros golpes, pero en la era FA los galpones volvieron a funcionar, no en su total capacidad, pero al menos, volvió a dar empleo a la gente y siempre se podía ver alguna que otra locomotora pilota y alguna que otra auxiliar. Ya llegados los años 90 y con estos la "fiebre privatista del menemismo", Sevigné dejó de funcionar por completo. Sólo su edificio sigue cumpliendo la función de estación, siendo éste, una de las paradas para los trenes de Ferrobaires (los cuales, día, tras días se despedazan y lentamente dejan de existir), empresa que no hace otra cosa que brindar el servicio como puede, gracias a viejos empleados, en su mayoría de la época de FA. Detrás de los rieles hay un pueblo con vida, aunque ya no sea la misma de antes, que supo tener importancia férrea. No es Sevigné sólo esa estación con su galpón abandonado que nos llama la atención mientras transitamos por la ruta 2 a vacacionar en la costa. Claro que no...