miércoles, 27 de marzo de 2013

Antártida Argentina (Fisherton) (Central Argentino)


Desde la calle, la vista no puede ser mejor; hermoso ejemplar de la arquitectura inglesa...





Laterales y galería del edificio...
Bellízima recova...

Cartel de la Asoc. Vecinal "La Nueva Fisherton" que hoy funciona en el edificio...

Nivelación...

Desagüe con grabado en sobre relieve del FC. Ctral. Argentino.

Cartel de advertencia de salubridad...



Ornamento de madera en los techos, restos de caja fuerte y nomenclatura de sala de espera ya sin su leyenda...

Vista principal del edificio...
Vista hacia Apeadero Kilómetro 9...

Vista hacia Parada Links (Apeadero Blas Vargas)...



Cabín de cambios y señales, tapiado e inutilizado...

Restos de la casilla de vía y obras...


Vivienda del cambista y del personal auxiliar...




Señal de brazo amputada y su polea...



Clásica luminaria del Central Argentino y curiosa toma del poste telegráfico...

Roídas roldanas; por estas pasaban los cables mecánicos que accionában las señales de brazo...

Esto es lo único que queda de los desvíos que fueron retirados...

Bulón con sobrerelieve de iniciales del FCCA en el durmiente...

Testigo de la era dorada; el grabado de este riel (FCCA), nos cuenta una gran historia...


los viejos cambios levantados...

Clavo de durmiente con inscripción FCCA...



Vista del cabín y del PAN con su casilla del guardabarreras...

Cartel de Advertencia de la carguera NCA...

El único nomenclador sobreviviente; este es metálico, de la era Mitre...




Corredor Rosario Central-Cañada de Gomez. Este mítico y hermoso paraje, se encuentra situado dentro de la ciudad de Rosario, en la Provincia de Santa Fé. Su historia es mas que rica y evolucionó con y por el ferrocarril. A fines de la década de 1880 se construye este barrio, el mismo lleva el nombre de Fisherton, en alusión al ingeniero Henry Fisher quien fue por años representante comercial del Ferrocarril Central Argentino. La denominación "Fisherton" sigue la costumbre británico-germánica de anexar términos como "Town, Ville, Field o Ton". Principalmente, la creación de este barrio estuvo destinada a alojar al personal jerárquico del Central Argentino. Con el tiempo, se contruyeron hermosas mansiones de estilo "Tudor" y "Medieval Británico", y sus tres calles principales ( Boulevard Central Argentino, Morrison y Brassey) definitivamente nos remontan a la época de oro de este ferrocarril. Durante años, el Ferrocarril Central Argentino brindó un excelente servicio local de trenes, el cual arribaba a Fisherton desde la estación Rosario Central en tan sólo 15 minutos; en la actualidad un servicio de ómnibus demora en llegar alrededor de 40 minutos, a veces más...
Con la nacionalización de los ferrocarriles, en el año 1948, se le cambió el nombre por el de Antártida Argentina; prueba de esto es el clásico nomenclador metálico sobreviviente, tan usado en esos años por la administración Mitre, el cual se hiciera del Ferrocarril Central Argentino. Sin embargo, este nombre nunca hizo eco y lugareños y ferroviarios siguen llamando al lugar Fisherton.
Fisherton quedó sin ser visitada por trenes de pasajeros a partir del año 1977, año donde muchos servicios fueron levantados, en el marco del "Plan de racionalización ferroviaria" perpetrado durante la última dictadura militar. De ese modo, la estación estuvo a la vera del tiempo durante años. En los años 90's, la estación fue restaurada y hoy funciona en ella un centro cultural llamado "La Nueva Fisherton"; muchas de sus modificaciones fueron criticadas, como ser la remoción protectora de sus ladrillos.
Podemos decir que el estado de su edificio principal es bastante bueno, pero la desidia abandónica no puede dejar de estar presente; nos lo indica su cabín anulado y tapiado, los cambios herrumbrados y demás ornamentos víctimas del saqueo. Estos rieles son apenas pulidos por los servicios de carga de la empresa "Nuevo Central Argentino" (NCA), concesionario de carga de la linea Mitre.
¿Qué mas agregar? Absolutamente nada. La lista de parajes olvidados, devenidos en centros culturales, otros en aguantaderos, y demás ejemplos de abandono, van en alarmante crecimiento de la mano de un país, donde el ferrocarril siempre es mala palabra. Fisherton, corrió esa suerte, aunque celebramos la actitud del rescate del olvido por parte de los vecinos del lugar. De haber estar situado este empréstito ferroviario en un sitio mas precario, la suerte hubiese sido otra.
¿Seguiremos siendo testigos de más cierres? ¿Veremos el resurgir ferroviario en la Argentina?
Dicen que la esperanza es lo último que se pierde. Veremos...

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